miércoles, 20 de octubre de 2010

12 Cualidades de una Iglesia Cristiana Saludable

12 Cualidades de una Iglesia Cristiana Saludable.

1- Liderazgo que capacita a otros:

Capacitar y motivar sirven para guiar discípulos y multiplicarlos

Delegar: Exodo 18: 13-23

David : 2º Samuel 20:23 36

Salomon. 1º Reyes 4:1-19

Nehemías: Nehemías 3

7 Varones: Hechos 6:1-6

Crecieron como resultado de obedecer= Hechos 6:7

2- Promover los dones espirituales:

Identificar los dones de cada uno y pedir que los usen de acuerdo a 1ª de Pedro 4:10-11

Todos tenemos dones para usar: Efesios 4:11-16

3- Espiritualidad apasionada:

Encendidos, gozosos, vivos, viviendo la experiencia de Cristo cada día en su interior.

Filipenses 1:21 Filipenses 3:7-11

Que todos lo experimenten Filipenses 2:1-2

Grupos de oración intercesores, Agenda de oración, Orando con las Escrituras, Guerra espiritual, Oración por Sanidades en la Congregación y por los miembros.

4- Estructuras disfuncionales y legalistas:

No ser tradicionalistas sino dejarse guiar por el Espíritu Santo de Dios, recordemos “la letra mata, pero el Espíritu vivifica” 2ª Cor 3:6

5- Buscar cultos diferentes:

Cultos o servicios donde el Santo Espíritu de Dios se mueva con libertad y adoración y sea la casa del Señor donde su presencia sea manifiesta Efesios 5:18-19

Diferentes estilos musicales, de adoración, de gozo, de reflexión.

6- Grupos pequeños de hogares:

Que apliquen a la vida diaria lo que aprenden, así como los consejos de la palabra de Dios. Hechos 2: 46-47

Que aprendan a obedecer la Biblia y sus verdades fundamentales. Hebreos 5:12-14

Usar los dones espirituales y no presumirlos sino usarlos con sabiduría y discernimiento. Efesios 4:11-16

No enseñar cosas difíciles ni doctrinas erróneas.

7- Usar el Evangelismo:

Visitar enfermos; Necesitados, amigos en problemas, jóvenes descarriados, madres solteras, presos y gente nueva.

8- Compartir el Amor de Dios con otros:

Para crecer hay que amar, invitar aunque sea un café o té, amarse de corazón, Mateo 22: 37-39

El amor atrae personas y la bendición de Dios.

9- Predicaciones y enseñanzas 100 % bíblicas:

Comprender y explicar la biblia con lenguaje sencillo: Hechos 20:27

Exhortar y predicar según el contexto: 2ª Timoteo 4:2

Alimentar el alma y el espíritu: Mateo 4:4

Crecer en amor y misericordia: Efesios 4:14-16

10- Tener Lideres Visionarios y Espirituales:

Buscar los 5 Ministerios a la mayor brevedad posible.

Hombres y mujeres espirituales: Hechos 6:1 -3

Que busquen la dirección de Dios y la sigan Apoc 3:8

Preocuparse por la salud y bienestar de la congregación: 1ª Pedro 5:2-3.

11- Unidad en la fe y en la Iglesia:

No se debe pelear por doctrina sino por hacer la correcta voluntad de Dios: Filipenses 2:3-4

12- Mayordomía:

Se necesitan fondos para gastos y hay que ofrendar con gusto: 2ª Cor 8:2-3 y 9:5-7

Recordemos que todo es de Dios: Salmo 24:1

Somos administradores: 1ª Cor 4:2

Dar generosamente y a la vez invertir en el Ministerio Proverbios 3:9

En conclusión, debemos buscar crecer hasta lograr tener la estatura del varón perfecto.

Bendiciones de Dios a tu vida

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Como consguir un nuevo pastor.(Si se ocupa)

COMO CONSEGUIR UN NUEVO PASTOR

1. Empiece con una valoración honesta del pastor que actualmente tienes.

2. Intenta calcular honestamente cuanto tiempo has pasado este mes pensando en sus fallas (ya sea en privado o comentándolo con otros hermanitos como tu).

3. Mide esto con todo el tiempo que has pasado en oración ferviente por tu pastor.

4. Busca la persona más espiritual que puedas y reúnete para orar. Si empiezan a hablar de los defectos del pastor, responde con algunas de sus fortalezas y sin ser pleitista, intenta lograr que oren otra vez por sus virtudes y defectos. Busca más gente que desee orar y reúnanse para orar (ya no hablar) que sean espirituales de verdad ojo.

5. Oren juntos, clamando por las promesas del Señor y crean que Dios todavía hace milagros. Después cuando dejen de arrodillarse y se sientan animado programen otra fecha y sigan orando por su pastor.

6. Pronto tendrán su nuevo y mejor pastor. Pero, les advierto algo, será el mismo pastor, pero transformado por el poder de Dios a través de la gente fiel que dejo de criticar y lo puso en el trono de el Señor

7. Dios es el único que se encarga de poner y quitar los pastores, no juegues a hacer el papel del Señor, ora, eso es lo único que te toca hacer.

Bendiciones para tu vida de parte de Dios.

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El secreto de la amistad

El secreto de la amistad

“Tres amigos de Job se enteraron de todo el mal que le había sobrevenido, y de común acuerdo salieron de sus respectivos lugares para ir juntos a expresarle a Job sus condolencias y consuelo. Ellos eran Elifaz de Temán, Bildad de Súah, y Zofar de Namat. Desde cierta distancia alcanzaron a verlo, y casi no lo pudieron reconocer. Se echaron a llorar a voz en cuello, rasgándose las vestiduras y arrojándose polvo y ceniza sobre la cabeza, y durante siete días y siete noches se sentaron en el suelo para hacerle compañía. Ninguno de ellos se atrevía a decirle nada, pues veían cuán grande era su sufrimiento” Job 2:11-13


Quién no conoce la historia de Job, un hombre dedicado a su familia y vecinos, a quien de pronto le sorprende una serie de calamidades que cambian su tranquilidad en sufrimiento, su riqueza en miseria, y su alegría en el más profundo sentimiento de orfandad y vacío. Todos conocemos que Job sufrió el más intenso dolor por causa de Satanás, quien ofreció demostrar que la integridad de este hombre solo era una máscara para esconder su naturaleza egoísta.

El libro de Job nos demuestra que los justos no siempre tienen las cosas a su favor, que la alegría a veces se ve empañada por el dolor, y que la angustia les roba la felicidad de cuando en cuando. El libro de Job también nos demuestra que hay un dolor más intenso que la pérdida material o el quebranto de la salud, un dolor que te empuja a la locura y te hace decir cosas de las que tendrás que arrepentirte después: Hoy quiero presentarte el dolor de no ser comprendido por tus amigos o por los que están cerca de ti, ¿lo has sentido alguna vez? Casi todos los personajes bíblicos pasaron por algo así: Abraham con su sobrino Lot, David con su jefe Saúl, el profeta Micaías con el profeta Sedequías, Pablo con sus discípulos de Corinto, Juan con Diótrefes y Jesús con su apóstol Pedro.

No ser comprendido es una sensación perturbadora, es como hablar en otro idioma y no poder hacer nada cuando los demás se encogen de hombros y continúan con sus tareas, o te ofrecen cualquier cosa porque no comprenden lo que estás pidiendo, ¿te ha pasado alguna vez? ¿Alguna vez, cuando estuviste conversando con tu pareja o con tu amigo, o con tu hermano, sucedió que hablabas y comprendían otra cosa, y hacían otra cosa? ¡Qué desesperación!

Casi todo el libro de Job está dedicado a poner en evidencia la incomprensión de sus amigos, y la desesperación que Job sentía en cada una de sus intervenciones. Elifaz, Bildad y Zofar, amigos en las horas de mayor felicidad, aparecen apenas Job cae en desgracia.

Lo visitan, se espantan con su dolor, lloran y gimen a voz en cuello, rasgan sus túnicas y se cubren de ceniza como señal de compasión; impresionados por la angustia deciden sentarse junto a él, hacer ayuno y permanecer en silencio esperando que algo suceda, que la pesadilla termine y una vez más, vuelvan a reunirse en torno a la parrilla para reír y mirar el futuro con esperanza. Lamentablemente, después de siete largos días, nada sucede. Entonces deciden hablar… y comienza el verdadero dolor.

En realidad, la trama del libro transcurre entre lo que cada amigo dice y lo que Job responde. Varias veces se repite el ciclo: uno de ellos intenta consolar a Job planteándole razones para su dolor, y este procura explicar que esas razones no son válidas.

El libro nos plantea un diálogo de sordos, donde cada intervención de los amigos aumenta el sufrimiento de Job hasta llevarlo a la desesperación: “A esto, Job respondió: ¿Hasta cuándo van a estar atormentándome y aplastándome con sus palabras? Una y otra vez me hacen reproches; descaradamente me atacan.

Aun si fuera verdad que me he desviado, mis errores son asunto mío. Si quieren darse importancia a costa mía, y valerse de mi humillación para atacarme, sepan que es Dios quien me ha hecho daño, quien me ha atrapado en su red” Job 19:1-6

1. Un amigo tiene el deber de consolar

“Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren” 2 Corintios 1:3-4

¿Tienes amigos? ¿Qué haces por ellos? Muchos establecemos lazos de amistad demasiado superficiales, solo para conversar y pasar un buen momento; muchos tienen temor al compromiso, al deber de escuchar antes que hablar, y por eso mantienen un nivel de amistad que solo sirve para saludarse afectuosamente cuando se encuentran, ir al cine de vez en cuando, conversar de política, compartir chismes de otro conocido o hablar de proyectos que nunca se toman en serio.

Vuelvo a preguntar: ¿Tienes amigos? ¿Qué haces por ellos? La Biblia dice: “El hombre que tiene amigos debe mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano” Proverbios 18:24, sugiriéndonos que la amistad verdadera conlleva el deber de consolar a los que llamamos “amigos”.

Consolar, literalmente significa “estar cerca | estar junto”, como la primera semana en que Elifaz, Bildad y Zofar permanecieron en silencio, acompañando a su amigo y haciéndole sentir que estaban cerca, listos a brindar ayuda.

El verbo consolar siempre debe ir acompañado de la palabra cómo. Lamentablemente, muchos hemos adquirido el defecto de primero preguntar por qué, con lo que abrimos la puerta del juicio. He aquí un detalle: la amistad nunca empieza con crítica pero degenera en ella cuando olvidamos que nuestro deber es consolar. Eso fue lo que sucedió con los amigos de Job: empezaron bien, pero después comenzaron a preguntarse por qué sufría, elaboraron teorías y comenzaron a juzgarlo “Todos mis íntimos amigos me aborrecieron, y los que yo amaba se volvieron contra mí” Job 19:19 ¡Los amigos verdaderos nunca critican!

Consolar es un círculo espiritual: comienza en Dios, y debe llevar a los amigos hasta la presencia de Dios. El apóstol Pablo puso una condición para consolar a otras personas: haber recibido la consolación de Dios; parece una declaración repetitiva pero cómo ayudar a un amigo efectivamente sin la dirección de Dios. Para Pablo, consolar efectivamente consistía en que las personas se conectaran con Dios, solo así encontraban fortaleza y victoria.

En resumen, el deber de consolar consiste en estar cerca de nuestros amigos, no para averiguar por qué sufren o las pasa tal o cual cosa, sino para cumplir con tarea espiritual: conectarlos con Dios; solo así encontrarán alegría y victoria. En otras palabras, tenemos amigos para cumplir un propósito divino: presentarles a Dios, hablarles de Él, guiarlos a recibir a Jesús, ¿qué estás haciendo por tus amigos?

2. Comenzaron bien, terminaron mal

“El hombre que tiene amigos debe mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano” Proverbios 18:24

Volvamos a la historia: Los tres amigos dejaron todo para consolar a Job; comenzaron bien pero después cayeron pesados, ¿qué paso? ¿Cómo fue que deseando consolar terminaron molestando?

No supieron ser amigos porque actuaron con la cabeza, cuando debieron actuar con el corazón. Porque actuaron con la cabeza es que cayeron en la crítica; en vez de mostrarse amigos, se mostraron jueces y terminaron cubiertos de una aurea de superioridad, ¿cómo te relaciones con tus amigos, con la cabeza o con el corazón?

Comprendieron que su deber era consolar al caído, pero no estuvieron preparados para hacerlo. Estar preparado significa tener sanidad en el alma; muchos tienen dificultades para hacer amistad porque piensan que no hay gente para ellos, pero la verdad es otra: tienen heridas que han cubierto con una fuerte capa de racionalidad, de frialdad, de superioridad. No es que no puedan hacer amistad, es que no quieren porque no han curado el alma. Eso fue lo que sucedió con los amigos de Job: Ellos tenían cosas por arreglar en su interior, heridas que proyectaron hacia afuera y que les impidieron consolar y mostrarse fraternos.

Así que, fallamos a la hora de consolar a los demás porque pretendemos actuar con la cabeza y no con el corazón, y hacemos esto porque todavía tenemos heridas que curar en nuestro interior ¡Necesitas la consolación de Dios!

3. Características de la amistad cristiana

“Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades… porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios” Efesios 2:14-19

La amistad o el compañerismo cristiano se basa en: (1) Igualdad: todos somos semejantes en valor e imperfección; (2) Humildad: significa no solo que yo no soy superior a nadie, sino que Dios puede usar a cualquiera de mis hermanos para ministrarme, y por eso debe ser atento y amable con todos; (3) Orden: el apóstol Pablo enseñó que hay un orden que debe respetarse en la iglesia, que cada uno tiene su lugar para crecer coordinadamente; lamentablemente, como en tiempos de Pablo, también ahora hay algunos que van de un lugar a otro, llevando noticias, inquietando y confundiendo. A ellos, Dios les dice: “… si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios” 1 Corintios 11:16

Pero la característica más importante de la amistad cristiana consiste en el privilegio de orar juntos “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos” Mateo 18:19. Piénsalo: qué pasaría si tuvieras un compañero de oración, un amigo con el que pudieras pasar momentos en la presencia de Dios, uno con el que podrías compartir cargas y recibir bendiciones.

Tenemos amigos para jugar, charlar, reír

¡Deberíamos tener amigos para orar!

Te propongo que busques un compañero de oración, que te pongas de acuerdo con él y que comiences a orar por cosas específicas, ¿dónde encontrar uno? ¿Cómo tiene que ser: alto, rubio, inteligente?

Primero necesitas conocer al mejor amigo de todos: Jesucristo, hablar con él, entregarle tu vida, y entonces recibirás una nueva familia.

Bendiciones de Dios para tu vida siempre.

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Estoy lleno de problemas ¿Que hago?

Estoy Lleno de Problemas¿Que hago?

Pasaje clave: Lucas 8:11-15.

Los problemas tienen una voz y nos hablan. Al enfrentar un problema, lo primero que sucederá es mantener un diálogo negativo interno. Por ejemplo, si tu problema es no tener trabajo, las voces internas dirán: “No vas a conseguir”, “A tu edad nadie te contrata”, “No tienes capacidad para conseguir nada bueno”, “Quizás tengas un buen trabajo pero no te pagarán bien.”

El problema quiere paralizar y quitar la esperanza.

Una persona sin esperanza pierde la capacidad de actuar, dice: “No creo”, “Ya probé todo”, “No tengo fuerzas”, “Estoy vacío”. Y pone en marcha el Síndrome de la Impotencia Aprendida diciendo: “Nada de lo que haga me dará resultado.” Es lo opuesto a la esperanza y se auto convence de que no habrá solución.

¿Cómo salir de los problemas y resolverlos?

1º. No debo perder la esperanza.

Todo problema tiene una solución y debemos encontrarla pero sin esperanza no será posible.

Un pintor muy famoso, al envejecer, tuvo artritis en sus manos y cada vez que tomaba un pincel era muy doloroso para él. Le preguntaron por qué, siendo un hombre ya grande y padeciendo esa enfermedad, seguía pintando y respondió algo impactante: “El dolor se va pero la belleza queda”. Eso es esperanza.

Con esperanza existe la posibilidad de ver la solución.

Un músico muy famoso, Pablo Casals seguía tocando el chelo a pesar de su edad avanzada y que le costaba mucho hacerlo. Una vez le preguntaron por qué seguía practicando siendo ya famoso, y respondió: “Porque creo que estoy mejorando.”
Eso es tener esperanza.

Nunca pierdas la esperanza porque en Jesucristo todo problema tiene solución.

Miguel Ángel estaba pintado la Capilla Sixtina y cada vez que bajaba de ese techo, sólo quería dormir porque estaba muy cansado, pero se angustiaba pensando que no podría levantarse. Durante esos momentos escribía sonetos y, al finalizar uno, asentó: “No sé pintar”.
Pero al día siguiente subía nuevamente la escalera recobrando sus fuerzas cuando iniciaba la tarea.
Nunca perdió la esperanza y aunque el problema le hablaba internamente, no obedeció.

2º. Para los problemas terrenales hay soluciones divinas.

Queremos ver los problemas con códigos terrenales en vez de verlos con códigos celestiales. Creemos que todo lo debemos hacer como lo hicieron nuestros padres, y bajamos a Dios a nuestro problema terrenal; en vez de hacer de Dios una solución lo integramos al problema y pensamos que Dios no pueda hacer algo.

En lugar de ver a Dios como la solución lo vemos como dificultad.

Dios está atento a nuestra súplica para respondernos.
No tengas en tu mente un Dios pequeño, no le restes poder.

Dios es grande y el problema pequeño desaparecerá.

¿Cómo resolvían los conflictos tus mayores?
¿Se angustiaban? ¿Se paralizaban? ¿Se deprimían ante la dificultad económica? ¿Gritaban? ¿Se ponían violentos, con broncas hacia toda la familia porque no sabían descargarlo?
Y si reaccionamos igual es porque somos odres viejos.

Debemos tener en cuenta, que:

A. Hay problemas que debo resolver yo.

Por ejemplo, si la dificultad es por pecar contra Dios sólo con confesarlo, apartarme y ponerme en orden nuevamente delante de Dios se solucionará; pero mientras no me arrepienta el problema seguirá estando.

B. Hay problemas que deben resolver otras personas.

Por ejemplo, si mi problema es legal lo debe resolver un profesional, un abogado.
Si es una enfermedad no se solucionará quedándome en casa sino debo ir al médico.

C. Hay problemas que se resuelven solos.

Nos amargamos, angustiamos y con el paso del tiempo el problema se resuelve solo, porque solamente debía cambiarse algo un poco.

D. Y otros, solamente los resuelve Dios.

Hay problemas tan grandes que ningún recurso natural lo puede resolver, sólo la mano de Dios.

Debemos hablar un lenguaje sobrenatural, el código de Dios.

Si hemos buscado soluciones por un lado y otro, consultado a otras personas y no resolvimos la crisis es porque sólo Dios tiene la respuesta.

Dios tiene nuevas soluciones.

Nuestra mente es perezosa, le cuesta lo nuevo y por eso queremos resolver las cosas como lo hacíamos antes o como nuestros padres.
Muchas mujeres están aferradas a lo aprendido porque antes les dio resultados pero no siempre es así, Dios quiere mostrar otra solución. ¡No seas necia! ¡No seas odre viejo! No te encasilles, acepta las nuevas soluciones de Dios.
Hay personas que no quieren los cambios tienen miedo a lo nuevo porque creen que no tienen capacidad y defienden la vieja manera de hacer las cosas.

Dios tiene un recurso nuevo y mejor para tu vida. ¡Ábrete!

Si tus problemas son raros es porque tienes una vida extrema, con problemas extremos.
Si tus problemas son extraordinarios es porque vivís una vida extraordinaria.
Si tu vida es loca, tus problemas serán locos.
Si es una vida llena de fe, de energía, de cosas nuevas, tus problemas serán igual.

Dios te dará la capacidad para resolver.
Rodea a tu problema: adelante fe, atrás bendición y te mantendrás en esperanza. Delante palabra de fe, atrás viene la bendición y sobre el problema está parado Jesucristo.

Según tu declaración, cosecharás.

Doris Machin observó que, estando en un país de Europa, los argentinos residentes allí adoran con dificultad y se debe a que cuando se establecieron en el lugar, maldijeron la tierra añorando Argentina, y declaraban: “Por qué no puedo estar en mi país”, “Qué hago en este maldito país.”

Y, como maldijeron la tierra, la tierra les devolvió maldición, por eso no pueden estar nunca contentos.

Cuando tengas un problema piensa: “Detrás hay una gran bendición para mi vida.”
Declara: “Este problema traerá más gloria de Dios; lo atravesaré en victoria porque Dios me está mostrando una bendición y los que me rodean verán la victoria”, “Me gozo, río y alegro porque la solución está viniendo a mi vida”.

Alégrate, ríe.

La mujer de Proverbios se reía de “lo por venir”.
Cuando lo rodees el problema se ahogará, no será más tu señor sino tu esclavo, lo vencerás y disfrutarás de la victoria. Dios te dará la solución tarde o temprano.

Celebra por adelantado, toma la decisión de ser feliz.

No digas: “Voy a ser feliz cuando se termine mi problema”, porque no es así, detrás de un problema siempre vendrá otro y entonces nunca vas a ser feliz. ¡Gózate!

Dios te dice: “Este es el día, lo hice para que te alegres”

El pueblo de Israel en el desierto debía tomar el maná cada día y no guardarlo porque se pudría.
“El día que sea feliz disfrutaré de eso”, “Cuando termine esta situación me pondré la pilas”, “Seré feliz cuando pase esto o aquello”. Nunca ocurrirá, eso es guardar.

¡Alégrate! Somos parte de algo grande, porque lo que haces es parte de una visión preciosa que disfrutarás y dejarás como herencia a tus hijos, tus nietos y los hijos de tus nietos.
Disfruta, hoy. Sé feliz hoy y no mañana porque dará olor feo.

Dice Isaías: “Olviden las cosas de antaño, ya no vivan en el pasado, voy a hacerlas todas nuevas, y ya está sucediendo ¿no se dan cuenta?”

Dios ya está actuando sobre lo que le hablaste, está trayendo la solución, será una cosa distinta, nueva.
Cambia la manera de pensar, de proceder, los recursos de antes, porque dice el Señor:
Abro camino en el desierto y ríos en la soledad. Hago brotar agua en el desierto, ríos en los lugares desolados para dar de beber a mi pueblo escogido, al pueblo que formé para mí mismo, y proclame mi alabanza.

Bendiciones de Dios para tu vida