lunes, 12 de diciembre de 2011

Las Herramientas del Maestro.

LAS HERRAMIENTAS DEL MAESTRO

1. Unas son las herramientas que el carpintero de Nazareth utilizó en su taller para fabricar muebles, y otras muy diferentes son las herramientas que usa el Señor Jesús para edificar Su iglesia. En ambos casos las herramientas son indispensables aún para el más hábil de los obreros.

2. Decir que el maestro usa martillo para sanar las almas, puede ser una expresión poéticamente muy bella; pero no deja de ser otro elemento más de los muchos que contribuyen para nublar la vista de los sentidos espirituales que debieran ser ejercitados en el discernimiento de la verdad.

3. Para perfeccionar a los santos, o diciéndolo de otra manera, para edificar correctamente a Su iglesia, el Maestro Jesús tiene cinco herramientas básicas, elementales, indispensables; de manera tal que donde haya menos de esta cantidad, o que las herramientas sean diferentes a estas, o solo una, la construcción necesariamente tendrá deficiencias. Para cada una de las etapas de la construcción existe una que es la herramienta adecuada. Cuando se utiliza una herramienta equivocada para cierta etapa, o la misma para todas las etapas, los resultados no pueden ser buenos.

4. Las cinco herramientas indispensables de Jesús están detalladas en Efesios 4:11; y en 1ª. a Corintios 12:28 encontramos las mismas cinco aunque algunas con otros nombres, más otras tres que son herramientas complementarias. Veamos cómo se va llevando a cabo la construcción de la iglesia de Cristo de una forma correcta, de acuerdo con las instrucciones de Jesús y con las herramientas adecuadas:

5. Primeramente Jesús utiliza la herramienta apóstol. Esta es una herramienta de uso muy especializado, muy preciso, que sirve para poner con mucha pericia los cimientos de la iglesia (1ª. a Corintios 3:10). A través de la herramienta apóstol, Jesús pone la mezcla, que son señales, milagros y prodigios, con los cuales se expresa la esencia del reino de Dios, que no consiste en palabras, sino en poder (1ª. a Corintios 4:20).

6. Esta manifestación del poder de Dios le da consistencia, solidez, a los cimientos sobre los cuales ha de estar fundada la fe de los creyentes.

Dicho en otras palabras, cuando en una iglesia no existen estas manifestaciones contundentes y ciertas como lo fueron a través de los apóstoles de la iglesia primitiva, la fe de la congregación está edificada sobre la arena movediza de la elocuencia, la simpatía, la sabiduría de los ministros incompetentes y los títulos académicos de algún instituto bíblico o inclusive de instituciones laicas (1ª. a Corintios 2:5).

7. La herramienta apóstol es utilizada por Jesús también para destruir y derribar algunas fortalezas, altiveces, argumentos que se oponen de manera natural en los seres humanos, para impedir que las ovejas lleguen al conocimiento de Dios y puedan obedecer los mandatos de Jesús (2ª. a Corintios 10:4-5). Las iglesias donde no exista apóstol con autoridad espiritual para ejercer esta función, podrán tener mucha información acerca de Jesús, y sin embargo no tener la experiencia de conocerle espiritualmente.

8. El apóstol es utilizado por Jesús también para comunicar dones espirituales, a fin de confirmar a los creyentes en la fe (Romanos 1:11). Cuando un apóstol ejerce esta función en forma adecuada, trae crecimiento espiritual a la congregación, pues todos los creyentes ponen sus dones al servicio de la iglesia para edificarla, ayudándose mutuamente según la actividad propia de cada miembro (Efesios 4:16, 1ª. a Corintios 12:7-10 y 12:28-30), no siendo solamente unos cuantos los que edifican, sino todos.

9. Por lo que respecta a la herramienta profeta, esta es absolutamente indispensable en la iglesia, ya que a través de ella, Dios comunica la visión que ÉL tiene para cada congregación en lo particular como parte del Cuerpo de Cristo, de manera que no se extravíen en sus propios planes (Proverbios 29:18). Además, los profetas consuelan y confirman a los hermanos (Hechos 15:32), edifican, exhortan, consuelan (1ª. a Corintios 14:3) y descubren lo oculto del corazón para dar testimonio irrefutable de que verdaderamente Dios está en medio de ellos (1ª. a Corintios 14:25). En cada congregación debe haber por lo menos dos profetas (1ª. a Corintios 14:29-32).

10. el apóstol y el profeta son los cimientos de la construcción (Efesios 2:20-21). Un edificio sin cimientos, caerá con un pequeño terremoto. Una iglesia sin cimientos, no resistirá cuando Dios remueva las cosas (Hebreos 12:27). ¿Ya se dio usted cuenta de que estas dos herramientas son imprescindibles?

11. Además de lo anterior, usando cualquiera de estas dos herramientas de apóstol o profeta, Dios realiza la función también imprescindible en el Cuerpo, que consiste en descubrir las intenciones y secretos del corazón de cada uno de los ministros y de las ovejas de la congregación. Nada escapa al escrutinio de Dios, y a todo aquel que tenga una vida oculta reprensible, ciertamente Dios lo va a reprender a través del apóstol o del profeta, porque a ellos les revelará oportunamente la realidad, si son auténticos, si fue Él y no el hombre quien los nombró ministros.

12. En una pequeña iglesia o en una mega iglesia en donde no exista verdadero profeta ni verdadero apóstol, sino que los que hay son mentirosos (Ap. 2:2), los ministros y la congregación entera pueden llevar una doble vida, y el Espíritu no encontrará a quién revelárselo.

13. Eso es lo que sucedió hace aproximadamente tres años en una gran iglesia con más de diez mil gentes: El líder principal estaba en prácticas homosexuales durante muchos años, y el pseudo profeta de la casa nunca lo supo por medio de Dios, sino que vino a descubrirse todo cuando uno de los participantes en esas perversiones lo denunció públicamente.

14. Los milagros en la iglesia son hechos por Jesús a través de la herramienta evangelista, aunque no exclusivamente (Marcos 16:17-18), los cuales con hechos portentosos están haciendo patente que se predica no otro sino el auténtico evangelio del reino (1ª. a Corintios 4:20), para que la fe de los creyentes no esté fundada en sabiduría humana (1ª. a Corintios 2:5).

15. Con la herramienta pastores, Jesús sana las heridas de las ovejas (Ezequiel 34). Estas heridas están en el alma de la persona, y se manifiestan sobretodo a través de rencores, fobias, traumas, resentimientos, vicios, adicciones, perversiones, dificultad o imposibilidad para perdonar, entre otros. Pero como en la realidad cotidiana los ministros conocidos como pastores se dedican más a las labores de maestro, entonces el pastorado se desempeña con muchas deficiencias. Tanto es así, que en programas de radio “cristianas” escuchamos a ministros “de Dios” recomendar tratamiento psicológico, desechando la liberación y sanidad interior del alma que Dios podría hacer a través de un auténtico pastor. Le están robando la gloria a Dios, y dándosela a los sabios de este mundo (1ª. a Corintios 1:18-20).

16. Los pastores son el instrumento por excelencia para trasmitir el amor de Jesús y su pasión por las ovejas que son puestas a su cuidado, aquellas que fueron encontradas en la calle de la amargura por el apóstol, el profeta o el evangelista, quienes no se quedan con ellas, sino que se las entregan al pastor. Un alma no deja de andar perdida cuando la persona repite una oración, sino cuando es sanada de sus heridas por Jesús a través de su herramienta buen pastor.

17. Los pastores que no son asalariados, sino que consideran que las ovejas son suyas, están capacitados por Jesús para dar su vida por ellas cuando sea necesario defenderlas de los lobos rapaces (Juan 10:12). La congregación que tenga un pastor así, como consecuencia inevitable crecerá en el amor fraterno. Sin embargo, siendo que la mayoría de los llamados pastores son asalariados, sucede lo que Jesús dice que no debiera suceder: Los pastores le tienen miedo a los cabritos y a los lobos.

18. Es necesario que los pastores tengan discernimiento espiritual para conocer muy bien quiénes en su congregación son ovejas, quiénes son cabritos y quiénes son lobos. A los cabritos los debe separar (Mateo 25:32) para darles un tratamiento especial con el que tal vez algunos lleguen a ser transformados en ovejas. A los lobos los debe correr definitivamente, porque esos no tienen posibilidad de cambiar. Cuando los pastores no toman estas acciones indispensables, en realidad no están cuidando a la grey (1ª. de Pedro 5:2). Esta deficiencia no corregida (Tito 1:5) implica que los materiales con los que se está edificando, son de los que no pasan la prueba de fuego (1ª. a Corintios 3:12).

19. No solamente los pastores, sino cualquier otro ministerio que se desarrolle de tiempo completo, tienen derecho a vivir del evangelio; pero tengamos en cuenta que quienes cobran, son esclavos de aquellos que les pagan,

20. Ponen obstáculos al evangelio de Cristo, se les desvanece la gloria que habrían ganado por la obra, pierden el galardón, abusan de su derecho y ganan menos almas (1ª. a Corintios 9:12-19).

21. Cuando el pastor ha terminado su función de sanar el alma y el cuerpo de alguna oveja, va con el maestro y le dice: “Esta oveja ya está sanada, y quiere ser discípulo de Jesús”. Los maestros están puestos por Dios en la iglesia para discipular al que quiere ser transformado de oveja en discípulo, enseñándole primeramente cómo vivir conforme a los pequeños mandamientos de Jesús (Mateo 28:20). Inadecuadamente la enseñanza a la que más se enfocan en las iglesias es acerca de dogmas, doctrinas, tradiciones, ceremonias, etc. De esa manera, hacen que sean discípulos de hombres, no de Jesús.

22. Los maestros hemos recibido el don de entender la palabra de Dios con claridad y precisión, para preservar y guardar la sana doctrina, para descubrir los engaños del enemigo, para detectar toda enseñanza basada en filosofías y huecas sutilezas (Colosenses 2:8), y para exhibir a los judaizantes, balaamitas, nicolaítas y jezabeles (Tito 1:10-11, Apocalipsis 2:14-15 y 20). También para prevenir contra los peligros que representa la lectura de la ley (Gálatas 3:1-3 y 2ª. a Corintios 3:14-17) con algunas de sus fascinantes ordenanzas.

23. Los que ayudan y los que administran, tienen de parte de Dios dones específicos para realizar esas funciones que no les corresponde emprenderlas a ninguno de los otros ministros. Es una deficiencia muy grande, al estilo Moisés el hombre orquesta, la tradición de que el pastor se encargue de estas ocupaciones, incluyendo la de dirigir a la iglesia, para lo cual no hay ningún sustento bíblico.

24. El don de lenguas es muy propenso de ser simulado por aquellas almas ávidas de llamar la atención, por eso es indispensable que a las ovejas recién llegadas se les asigne inmediatamente un pastor que les cure sus emociones. Se requiere que más de un ministro sea apto y competente para discernir los espíritus (1ª. a Corintios 12:10) de manera que no se diga que una persona “está en el Espíritu” cuando la realidad es que solo está derrochando sus emociones. Estos últimos tres ministerios no participan en el perfeccionamiento de los santos (Efesios 4:11-12).

25. No obstante los riesgos que representa el ejercicio de algunos ministerios, es voluntad de Dios que en la iglesia se desarrollen todos. Suprimir algunos, es idolatría por andar en nuestros caminos, por anteponer nuestras brillantes ideas por encima de las de Dios (Jeremías 18:15), es también una enorme deficiencia que no puede llevar a otra parte sino al eterno infantilismo espiritual de una congregación, lo cual hace imposible que los creyentes puedan recibir la herencia del reino y ni siquiera la adopción de hijos (Gálatas 4:1-6).

26. Cualquier herramienta o instrumento no mencionado en la biblia directamente por Dios, de la cual se diga que sirve para traer crecimiento espiritual a los creyentes o a las congregaciones, no es sino otra idea brillante de quienes levantan altares a la vanidad de sus pensamientos, porque cuando lo auténtico no está presente, algo tienen que inventar los líderes para llenar ese hueco.

27. Esta sorprendente capacidad creativa está ampliamente demostrada en las iglesias; pero más sorprendente resulta la enorme astucia del enemigo que produce ceguera en los líderes, de manera que aunque lean la biblia, no se dan cuenta de que viven en idolatría.

28. La principal razón por la que no entienden, es porque su entendimiento está embotado, porque solo están parcialmente convertidos a Cristo (2ª. a Corintios 3:14-16).

Si este estudio ha sido de bendición a tu vida puedes enviarme una oración a Dios por mi.

Hno. Fco. José Martínez Galindo

www.franciscojosemartinezg.blogspot.com