9 etapas en la vida de una iglesia.
Saber en qué
fase de la vida se encuentra tu iglesia es crucial para su salud, longevidad y,
lo mas importante, el avance del evangelio.
En esta entrada he adaptado un
post de Mark Driscoll en el que
reflexiona sobre lo que él llama las nueve fases en la vida de una iglesia. Se
trata de nueve etapas que Driscoll ha podido observar en su propia iglesia, Mars Hill
en Seattle, y en cientos de otras muchas iglesias en las que su
organización (Acts 29) se ha visto involucrada en los últimos
diez años. Como en la vida misma, las etapas de una iglesia a veces se
superponen. Pero la secuencia lógica es la que Driscoll nos describe en este
breve artículo. Creo que ser conscientes de este proceso es, como el mismo
Driscoll nos recuerda, vital no sólo por motivos de salud o longevidad, sino
sobre todo, para asegurarnos de estar contribuyendo al avance del evangelio en
el espacio y tiempo que Dios nos ha dado como iglesia.
1. GESTACIÓN
En esta fase, la visión es
plantada. Dios llama a un líder (o a varios líderes) para que empiecen una
nueva iglesia y pongan en claro aquellos aspectos específicos de su visión. Se
reúne a un primer núcleo de personas comprometidas con la visión, se consigue
un local o un espacio donde empezar a tener las reuniones, se inician las
primeras actividades y algunos ministerios empiezan a tomar forma. Se obtienen
recursos económicos.
2. NACIMIENTO
Durante esta fase la iglesia pasa
de ser un concepto a ser una realidad. Se abre a la comunidad y enfoca su
atención en la evangelización, el crecimiento, la implementación de nuevos
métodos, sistemas y el reconocimiento de nuevos líderes.
3. INFANCIA
La infancia es ese periodo de
tiempo en el que la asistencia empieza a funcionar de acuerdo a unos patrones
estables, se empiezan a hacer planes a largo plazo, se añaden nuevos programas
y la estructura administrativa comienza a ser más compleja en previsión a un
crecimiento numérico en la medida que la visión se va desarrollando.
4. ADOLESCENCIA
En esta etapa, las personas que
en principio sólo asistían empiezan a involucrarse cada vez más en posiciones
de liderazgo, se empieza a formar un gobierno de iglesia y tanto la asistencia
como el compromiso económico empiezan a crecer e forma significativa.
5. MADUREZ
Cuando la iglesia empieza a
madurar, se añaden empleados al equipo de trabajo, la iglesia se siente más
segura gracias a una mayor estabilidad en áreas clave como un gobierno y un
liderazgo consolidado, y una asistencia y compromiso económico fuertes. En
estos momentos la iglesia es independiente, se autofinancia y gobierna a sí
misma. Es común de muchas iglesias en esta fase construir o comprar una
propiedad.
6. MATERNIDAD
Este es el tiempo en el que la
iglesia está a punto para reproducirse desprendiéndose de líderes y recursos
económicos con el propósito de empezar de nuevo el mismo ciclo. Esto resultará
en el nacimiento de una nueva congregación. Un nuevo elemento que es único en
este momento es que la iglesia madre (o iglesias madres) tiene un interés
especial en orar y mantener algún tipo de vínculo con la nueva iglesia, por el
esfuerzo y sacrificio que ha supuesto su nacimiento.
7. VEJEZ
En esta etapa de su vida la
iglesia ha plantado ya suficiente número de iglesias que empieza a ver cómo
nace una tercera y hasta una cuarta generación de nuevas iglesias.
8. MUERTE
Cuando una iglesia no tiene
salud, acaba muriendo. La iglesia deja de ser una iglesia sana cuando ya no
experimenta crecimiento por conversión o deja de atraer/formar nuevos líderes.
Llegados a este punto, la iglesia se enfrenta a un serio dilema. Por un
lado, puede negar los signos de una muerte inminente, malvender (en
términos empresariales) sus activos con tal de posponer una muerte inevitable,
redefinir su misión para así justificar su deterioro, y simplemente sobrevivir
mientras va muriendo lenta y agónicamente, a la vez que reescribe los mejores
años de su historia y por lo menos tener la sensación de que su existencia ha
tenido sentido o incluso ha sido todo un éxito. Por otro lado, puede ver esa
muerte inminente como una gran oportunidad para resucitar.
9. RESURRECIÓN
En este punto, la iglesia sabe
que está muriendo, o por lo menos que no es tan fructífera y saludable como
debería ser y, con humildad, decide poner fin y empezar de nuevo replantando la
iglesia. La replantación de una iglesia normalmente se lleva a cabo trayendo a
un pastor nuevo con espíritu emprendedor que tenga la libertad de eliminar
viejos programas e implantar nuevas dinámicas, desprenderse de la gente
problemática y decidir qué es lo que se va hacer con el local, el espacio o el
edificio de la iglesia. Otra opción es ceder el espacio y los recursos a un
plantador de iglesia o a una nueva iglesia que está creciendo. Las iglesias que
actúan movidas por esta visión y actitud humilde deberían ser un modelo para la
mayoría de iglesias que lo único que hacen es mantenerse o están ya en franco
retroceso y lo que necesitan es la visión de un futuro fiel, esperanzador y
fructífero.
Conclusion:
¿En qué fase se encuentra tu
iglesia? Es una buena pregunta que todos, líderes y congregaciones, deberíamos
hacernos para no perder de vista que nuestra razón de ser o de existir como
iglesia se debe a la causa del evangelio. La iglesia no es un fin en sí o por
sí misma, sino el medio (o agente) que Dios mismo utiliza para la extensión de
su Reino.