El Cirujano y Jesús una linda
historia
“Porque el
Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” Lucas 19:10
(NVI)
Mañana
abriré tu corazón le explicaba el cirujano a un niño.
Y el niño interrumpió: -¿Usted encontrará a Jesús allí?
El cirujano se quedó mirándole, y continuó: -Cortaré una pared de tu corazón para ver el daño.
Pero cuando abra mi corazón, ¿encontrará a Jesús ahí?, volvió a interrumpir el niño.
El cirujano se volvió hacia los padres, quienes estaban sentados tranquilamente.
Cuando haya visto todo el daño allí, planearemos lo que sigue, ya con tu corazón abierto.
Pero, ¿usted encontrará a Jesús en mi corazón? La Biblia bien claro dice que Él vive allí. ¡Entonces usted lo encontrará en mi corazón!
El cirujano
pensó que era suficiente y le explicó: Te diré que encontraré en tu corazón.
Encontraré músculo dañado, baja respuesta de glóbulos rojos, y debilidad en las
paredes y vasos. Y si te podemos ayudar o no.
¿Pero encontrará a Jesús allí también? Es su hogar, Él vive allí, siempre está conmigo.
¿Pero encontrará a Jesús allí también? Es su hogar, Él vive allí, siempre está conmigo.
El cirujano
no toleró más los insistentes comentarios y se fue. Se sentó en su oficina y
procedió a grabar sus estudios previos a la cirugía: aorta dañada, vena
pulmonar deteriorada, degeneración muscular cardiaca masiva. Sin posibilidades
de trasplante, difícilmente curable.
Terapia: analgésicos y reposo absoluto.
Pronóstico: tomó una pausa y en tono triste dijo: muerte en un año. Entonces detuvo la grabadora. Pero, tengo algo más que decir: ¿Por qué? Pregunto en voz alta ¿Por qué hiciste esto a él? Tú lo pusiste aquí, tú lo pusiste en este dolor y lo has sentenciado a una muerte temprana. ¿Por qué?
De pronto,
Dios, nuestro Señor le contestó: El niño, mi oveja, ya no pertenecerá a tu
rebaño porque él es parte del mío y conmigo estará toda la eternidad. Aquí en
el cielo, en mi rebaño sagrado, ya no tendrá ningún dolor, será confortado de
una manera inimaginable. Sus padres un día se unirán con él, conocerán la paz y
la armonía juntas.
El cirujano
empezó a llorar terriblemente, pero sintió aun más rencor, no entendía las razones.
Y replicó: Tú creaste a este muchacho, y también su corazón ¿Para qué? ¿Para
que muera dentro de unos meses?
El Señor le
respondió: Porque es tiempo de que regrese a su rebaño, su tarea en la tierra
ya la cumplió. Hace unos años envié una oveja mía con dones de doctor para que
ayudara a sus hermanos, pero con tanta ciencia se olvidó de su Creador. Así que
envié a mi otra oveja, el niño enfermo, no para perderlo sino para que
regresara a mí aquella oveja perdida hace tanto tiempo.
El cirujano
lloró y lloró inconsolablemente. Días después, luego de la cirugía, el doctor
se sentó a un lado de la cama del niño; mientras que sus padres lo hicieron
frente al médico.
El niño despertó y murmurando rápidamente preguntó: -¿Abrió mi corazón?
Si – dijo el cirujano-
-¿Qué encontró? preguntó el niño
Tenías razón, encontré allí a Jesús.
Dios tiene muchas maneras y formas diferentes para que tu regreses a su lado.
Bendiciones a tu vida¡ Shalom
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