Necesidades actuales de la iglesia
Cristiana Moderna
Más allá de
los números, de las estadísticas y de las grandes figuras del panorama
evangélico, creo que tenemos en las iglesias distintas necesidades:
1. Una
enseñanza bíblica sistemática. Creo que en general y salvo muy honrosos casos,
las iglesias están anémicas de enseñanza bíblica.
Por este tipo de enseñanza entiendo la enseñanza regular de libros completos
de la Biblia, capítulo por capítulo y versículo por versículo. Esto nos
permitiría enseñar todo el consejo de Dios.
Además es
necesario enseñar de manera dogmática y práctica aspectos esenciales de la doctrina y Teología.
2.
Expositores, predicadores capaces de comunicar el mensaje bíblico de manera
comprensible sin rebajar el contenido bíblico. Cristo Jesús resucitado dio dones a
su iglesia, en forma de dones. Necesitamos esos dones, predicadores nutridos con la Palabra capaces de
comunicar con autoridad, poder y claridad este mensaje.
3.
Comunidades vitales que vivan la Palabra en los distintos contextos. En mi iglesia local tenemos el privilegio de tener células,
estas nos permiten el pastoreo, el consejo mutuo, el aprendizaje de
la Palabra.
4. Jóvenes,
discipulado y pastoreo. Los jóvenes son esenciales en el inmediato futuro de la iglesia. Tengo
una carga enorme por este tema y una visión particular de las
urgentes necesidades. Necesitamos pastores y discipuladores específicos,
apoyados por la iglesia para dedicarse a esta necesaria labor. Necesitamos
pastoreo de jóvenes, no sólo animadores de divertidas reuniones con un mensaje
aguado.
Ahora mismo
la presión que enfrentan los jóvenes es tal que necesitamos explorar viejas
maneras, como pequeñas comunidades de discípulos al estilo de aquella primera
comunidad que Jesús estableció con sus discípulos. Conozco a un pastor de
cierta edad que hace tiempo me habló de la necesidad de tener comunidades de
ese tipo, con jóvenes viviendo en comunidad
de discipulado.
5. Evitar
el personalismo y el culto a la personalidad. Uno de los problemas de hoy en día
consiste en asociar la imagen de éxito ministerial capaz de
atraer masas con ser un hombre de Dios. Algunos anhelan ese éxito
pensando que así están sirviendo al Señor, cuando en realidad se están
sirviendo a sí mismos.
El modelo que
tenemos de liderazgo en la Biblia está asociado con el sufrimiento,
la pérdida personal, la oposición de dentro y de fuera, los escasos recursos
económicos.
Nada de eso es lo que nos están “vendiendo” como ministerio.
Observemos las vidas del Señor Jesucristo o del apóstol Pablo.
6. Una nueva
espiritualidad. Frente
a la ola de pensamiento secular e inmoralidad con la que somos bombardeados
necesitamos vivir en comunión con Dios, en estudio y meditación de la Palabra.
Se está viviendo como cristianismo normal una vida centrada en el ocio y ajena
a una vida en Cristo.
Muchos cristianos de ahora no leen la Biblia,
apenas oran, y su comunión con Dios es superficial. No podemos vencer al mundo
así.
Si este
pensamiento fue de bendición házmelo saber a:
www.franciscojosemartinezg.blogspot.com
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