CÓMO EMPEZAR UN MINISTERIO
PASTORAL
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La iglesia local es el ministerio fundamental de la fe. Es una institución
legal que puede durar muchos años proveyendo la estabilidad para ofrecer un
centro de adoración para muchas generaciones y la fuerza económica para
sostener muchos ministerios. En la iglesia local se casan y se entierran a los
santos. Se celebra el nacimiento de los niños, sus bautismos y pasajes de la
vida, generación tras generación. Es un santuario de espiritualidad y a la vez
un centro de compañerismo cristiano. .
La persona que dirige toda esta organización, tanto espiritualmente como
económicamente es el pastor. Es un trabajo de mucha responsabilidad y se
requiere de un hombre o mujer sabio, que sabe llevarse bien con la gente. Como
pastor suple las necesidades espirituales de los miembros. Como ministro visita
a los enfermos y socorre a los sufridos. Como administrador dirige el programa
de la iglesia y está siempre informado de su situación económica.
Por lo general hay tres maneras de conseguir este trabajo. 1) Graduarse del
seminario denominacional y recibir un llamamiento a una iglesia de la misma fe,
2) recibir el llamamiento de una congregación que necesita un pastor, o 3)
empezar su propia iglesia. Si usted ha participado en actividades religiosas en
su pueblo y es conocido dentro de la comunidad evangélica, es muy posible que
una iglesia, probablemente pequeña, le invite a ser su pastor.
Pero, si Dios le está dirigiendo, es tiempo de empezar una iglesia nueva.
Es trabajoso y puede ser un compromiso de muchos años. Puede que siempre sea un
pastor bi-vocacional, y a lo mejor así lo prefiere usted. Sin embargo, le puede
ser un reto en sus años maduros. Si es joven quizá desea hacer del ministerio
su profesión.
Antes que todo. Hay que considerar honestamente si uno califica como
persona para empezar una iglesia, o aun para estar en el ministerio. Permítame
proponer cuatro pautas para su reflexión.
1) ¿Usted ha sido llamado?: El ministerio es una manera muy
difícil de ganar el pan diario, por lo tanto no entre con ese fin. La gente
puede poner a prueba su paciencia y ser muy ingrata. Si usted no está seguro de
que Dios mismo le ha llamado a este trabajo, va a ser muy difícil perdurar.
Recuerde que usted puede servir a Dios en otras formas, con la conciencia
limpia, y ser muy efectivo. Esté muy seguro de su llamamiento al ministerio
pastoral.
2) ¿Está usted sano emocionalmente?: No es un pecado haber sido
lastimado por otros en la vida. Sin embargo hay que enfrentar estas malas
experiencias y resolver los conflictos que puede haber en su alma. Un consejero
cristiano o psicólogo le puede ayudar. Sin mucha estabilidad emocional le será
difícil cargar con el estrés que lleva el ministerio y poder tratar
ecuánimemente con las personas en su ministerio. El ministerio no es un lugar
para gente difícil, peleona, mandona, egoísta, que quiere "corregir"
a todo mundo en el "nombre de Dios", ni para personas que piensan que
siempre tienen la razón porque "Dios les habla." Eso es una forma de
locura.
3) ¿Tiene pureza de corazón?: ¿Tiene usted buenas intenciones
hacia los demás o guarda en su corazón rencores y venganza? ¿Desea
cooperar o siempre quiere ganar? ¿Vive usted con integridad o esconde su
verdadera persona? ¿Es usted moral o añora todavía los vicios de la juventud?
¿Realmente desea la santidad? Cuando usted se ve en el espejo en la mañana, ¿le
gusta la persona que ve? ¿Si Jesucristo regresara hoy, le podría recibir en su
casa? Son conceptos simples, pero no podemos engañar a Dios. El conoce nuestro
corazón.
4) ¿Está sometido a Dios y a los hombres?: Estamos
hablando de la obediencia, primero ante Dios, y después ante las reglas de la
sociedad. No es tan difícil "ser bueno", pero sin pensar mucho en
ellas, las pequeñas corrupciones de este mundo pueden afectar las decisiones
que hacemos y las acciones que tomamos. ¿Tiene su mente renovada en Cristo, con
un estándar más alto de lo que es correcto en la vida? Sobre todo, ¿está usted
dispuesto a obedecer a Dios y cambiar las áreas de su vida que él quiere
transformadas? Es una cuestión de ética.
Ahora consideremos algunos puntos prácticos de cómo empezar una iglesia
nueva. Primero, hay que buscar el núcleo con que empezar. Estas personas pueden
ser sus familiares, amigos, personas que desean tener una iglesia nueva en su
zona residencial, o simplemente un grupo de creyentes que comparten algo en
común y desean formar una iglesia nueva. Prepárese para ganar nuevas almas a
Cristo, pero en lo práctico, es de ventaja formar un grupo de creyentes con que
empezar.
No es necesario al principio incurrir en gastos en la renta de un local. Se
pueden reunir en casas y tener estudios bíblicos. Sin embargo, lo más pronto
posible es beneficioso tener un lugar fijo en donde reunirse. También de poner
un programa completo de cultos y actividades, para que la gente vea su iglesia
como una organización seria con futuro. Se puede empezar una iglesia con
estudios bíblicos en hogares, pero es necesario superar la mentalidad de que
"somos un grupo pequeño." Las reuniones pequeñas son acogedoras, pero
las reuniones formales fomentan el crecimiento. Trate de actuar y de pensar
como una iglesia grande lo más rápido posible.
Usted como pastor necesita desarrollar un plan para hacer nuevos contactos,
no perder contacto con las personas que visitan la iglesia, y llegar a los
familiares de los congregantes. Mantenga un archivo de nombres y direcciones.
Guarde las listas de llamadas que usted recibe y hace, siempre apuntando el
número de teléfono y la naturaleza de la conversación. Aprenda a usar el
teléfono para ahorrar tiempo y poder ministrar a más gente en su tiempo
limitado. Se puede aprender mucho de los vendedores en este aspecto.
Tengo un amigo pastor, que fue asignado por su denominación a desarrollar
un plan de evangelización para los pastores, para que crecieran las iglesias.
El respondió simplemente que cada pastor debería visitar a tres hogares al día.
Se rieron de él. Querían un plan más "estructurado." Sin embargo, no
se necesita más, ni tampoco menos. Yo vi a ese hombre empezar tres iglesias
nuevas y construir para cada congregación un templo, antes de los treinta-cinco
años de edad; y no lo vi matándose por mucho trabajo.
Ninguno es perfecto, y no todos son grandes oradores, ni músicos, ni tienen
gran carisma; pero Dios sabe porque los llamó. La gente puede perdonar muchos
defectos en sus pastores, con la excepción de uno, el de no ser sincero.
Si la gente ve que no le gusta orar con los enfermos, o ayudar a los
necesitados, o preocuparse por la salvación de sus familiares, le van a tachar
de no ser sincero. Si la gente piensa que solo quiere ser pastor para estar
allá enfrente dirigiendo, su ministerio está perdido. Acuérdese que usted no
puede llevar el ministerio de la iglesia adelante sin la ayuda de los miembros,
por lo tanto, sea siempre amistoso con todos, no mandando, sino apelando a las
buenas intenciones de la gente, suplicando que ellos también sean sinceros con
Dios.
No se aparte de Dios, ni de la Biblia, y mucho menos de su familia. Guarde
su salud mental recordando que hay vida fuera de la iglesia, y hay que
limitarse a veces de servir demasiado a la gente. Cuando usted siente que no
puede hacer todo en la iglesia, dependa del Espíritu Santo para obrar.
Acuérdese que la iglesia es de Dios, y no de nosotros. Que Dios le bendiga en
su nuevo ministerio.
Bendiciones a tu vida Shalom ¡¡¡¡
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