Si usted aspira al ministerio, no sea imprudente.
Decida hoy evitar estas obvias trampas.
Cuando una predicadora gigante espiritual falleció el mes pasado
a la de edad de 73 años, recordé las últimas palabras que me dijo cuando
estuvimos juntos en una conferencia en el 2011. Después de lamentar
el hecho de que muchos ministros en los Estados Unidos estaban decayendo, Mary
Ann me miró fijamente a los ojos y me dijo con severa autoridad materna: “Lee,
por favor nunca vayas a ser tonto”.
Supe exactamente a lo que ella se refería; y a menudo
pienso en sus palabras, especialmente desde su muerte. No quiero ser tonto,
quiero terminar bien. ¿Cómo evitamos tonterías espirituales? Podemos empezar
por evitar estos diez errores que se han vuelto comunes en nuestro movimiento
durante la última década. Si usted es un ministro, o aspira ser uno, por favor
decida ahora que nunca imitará estos comportamientos.
1. Tomar drogas ilegales. Conozco
gente que recibió liberación completa de su adicción a las drogas, y cuando las
presiones del ministerio se intensificaron, regresaron a sustancias ilegales
para escapar. ¡Eso es tonto! Si usted no está en control de sus emociones todo
el tiempo, usted no tiene por qué estar en el ministerio.
2. Rechazar dar cuentas. “El Llanero
Solitario”, un personaje de las revistas cómic, puede ser que haya sido un buen
héroe, pero aislarse no funciona en la vida real. ¡El no dar cuentas es tonto!
Si no rinde cuentas a personas más sabias que usted, se expone a graves
peligros, y consecuentemente va a lastimar al pueblo de Dios. Usted no tiene
derecho a ejercer autoridad si no está bajo autoridad.
3. Golpear o abusar físicamente de su esposa. La Biblia
dice en 1 Pedro 3:7 que Dios no responderá a sus oraciones si maltrata a su
esposa. Si usted es un abusador (aunque sea un experto en esconder su pecado de
los demás), el Señor se le opondrá hasta que usted consiga ayuda.
4. Rodearse de admiradores. Hace mucho
años, el fundador de PTL (Praise The Lord) Club, Jim Bakker, dijo que su error
principal fue rodearse de hombres que aprobaban todo lo que hacía, en lugar de
rodearse de gente que tenía las agallas para retar sus malas decisiones. Si
usted no está dispuesto a invitar el consejo –incluyendo la crítica– de parte
de sus seguidores, usted es un líder débil que se dirige hacia un desastre.
5. Inventarse dones espirituales para impresionar a
otros. En los círculos carismáticos, hay mucha presión para
producir lo sensacional para que la gente se mantenga entretenida. Pero si
usted baja al nivel de inventarse una sanidad, invocar una profecía falsa o
empujar a alguien al suelo, el Espíritu Santo se apartará y dejará que usted
siga con el entretenimiento sin Su poder. ¡Es tonto mezclar fuego extraño y arriesgarse
a ofender a Dios!
6. Ser tolerante hacia el pecado sexual. En estos
tiempos celebramos el mensaje de la gracia mientras que desaprobamos a
cualquier persona que identifica y denuncia la fornicación, homosexualidad y
pornografía como pecados. Si su postura hacia el pecado sexual en su vida es
casual, o si usted no requiere la pureza en aquellos que usted lidera, usted es
un tonto.
7. Manipular a la gente cuando pide la ofrenda. Algunos
ministros con frecuencia tuercen las Escrituras y usan juegos mentales para
levantar fondos en la televisión cristiana. Nadie se atreve a cuestionarlos o
retar el fraude, así que aparenta que se salen con la suya. Les aseguro que
esta gente responderá a Dios algún día por sus engaños. Usted es un tonto si
usa estas tácticas con los miembros de la iglesia.
8. Rehusar compartir su posición. Conozco a
muchos ministros que han liderado iglesias u organizaciones por 30 años y no
tienen un plan de sucesión. ¡Eso es absurdo! Usted no vivirá para siempre.
Entrene a la siguiente generación ahora para que ellos estén listos para
liderar en su lugar, ¡y hágalo antes de que caiga víctima de un ataque
cardiaco!
9. Enseñar doctrinas exóticas en lugar de las verdades
básicas de la Biblia. Nosotros, los carismáticos, tenemos la costumbre de
alimentar a la congregación con las últimas tendencias, para satisfacer los
“antojos” de visitas angelicales, visiones del tercer cielo, polvo de oro,
maná, plumas angelicales, portales celestiales y nubes lluviosas dentro del
edificio. Pero la historia nos ha comprobado que aquellos que hacen de estas
manifestaciones el enfoque primordial, siempre caen en decepción. Seremos
sabios si atribuimos importancia a lo que realmente lo merece. ¡Enfóquese en
Jesús!
10. Ser un egocéntrico. En los
últimos 10 años, algunas de las estrellas religiosas estadounidenses se han
vuelto locos por el orgullo. Requieren jets privados, guarda espaldas y chefs
(cocineros) personales, mientras se mantienen fríos y arrogantes hacia la gente
a quienes han sido llamados a servir. Si usted permite que Satanás lo engañe
con ser un ministro divo arrogante, usted es un tonto. Arrepiéntase, póngase al
mismo nivel de la gente y empiece a actuar como Cristo, no como una estrella de
rock.
“Por favor, nunca vayan a ser tontos”. Maduremos,
rechacemos lo insensato y propongámonos terminar bien.
Bendiciones de Dios atu vida...... Shalom¡
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