Las 7 veces que Jesus derramò su sangre.

LOS SIETE DERRAMAMIENTOS DE LA SANGRE DE JEUSUS

I.- INTRODUCCION:

El derramamiento de la sangre, se origina a raíz del pecado edénico de Adán y Eva. Sin embargo debemos tener en cuenta que en forma anticipada ya estaba planificada desde la eternidad, antes que el mundo fuese formado, porque dentro de su omnisapiencia (todo lo sabe), el Señor sabía que el hombre había de pecar 

           Está planificación es una muestra irrefutable de su amor que Dios nos ha amado desde la eternidad (Jeremías 31:3), por eso desde la preexistencia fuimos elegidos en Cristo, para ser rociados con esa sangre bendita (1 Pedro 1:2), y fuimos bendecidos con toda bendición espiritual (Efesios 1:3).

II.- LA PRIMERA PROCLAMACION DE LA REDENCION:

Fue proclamada por el Padre celestial (Génesis 3:15). Por causa del pecado, tuvo que vestirles a Adán y Eva, con túnicas de pieles ensangrentadas de animales (ovejas) Génesis 3:21. Dando iniciando a los continuos sacrificios de corderos que solo cubría los pecados, que tipificaba como la sombra venidera  del Cordero de Dios, que con un solo sacrificio de su Sangre derramada quitó, borró anuló, por completo los pecados de todo aquel que lo recibe como su único salvador (Hechos 4:12). 

           Tenemos una gran bendición de que ese Cordero vino hace cerca de dos mil años derramó su Sangre y se ofreció una vez y para siempre por los pecados del mundo (Hebreos 7:27).

III. SIETE SIGNIFCADOS 

1.- La sangre de Jesús derramada en la cruz del calvario esa le máxima expresión de Amor de Dios a la humanidad.

2.- La sangre de Jesús nos redime y nos perdona de todo pecado, cuando le aceptamos como nuestro Señor y Salvador.

3.- Los siete derramamientos de la sangre de Jesús, sirven para restaurar, sanar, limpiar cada una de las áreas y debilidades de nuestras vidas.

4.- Por la sangre de Jesús en la cruz del calvario, somos sanados de toda enfermedad benigna, maligna y cancerígena.

5.- Por la sangre de Jesús somos reconciliados ante el Dios Altísimo.

6.- Por la sangre de Jesús somos justificados, porque Él llevó todo nuestros pecados.

7.- Por la sangre de Jesús, somos más que vencedores frente al pecado.

IV.- LOS SIETE DERRAMAMIENTOS:

PRIMER DERRAMAMIENTO: “ES PARA SOGUZGAR EL AREA SEXUAL”

Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño” (Lucas 2:21)

A.- Nos enseña que el primer derramamiento de la sangre de Jesús, fue en su circuncisión, a los ocho días de nacido, le circuncidaron, cortándole el “prepucio”, allí derramó su sangre. Para que nosotros podemos vencer el sexo ilícito, llámese tentaciones, concupiscencia, fornicación, adulterio, lascivia, lujuria, pasiones desordenadas, masturbación, pornografía sexual, homosexualismo, lesbianismo, entre otros.

B.- Debemos tener en cuenta que uno de los grandes problemas en la persona ha sido y es el “área sexual ilícita” En Génesis 6:1-2, nos dice: “…comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres…”

SEGUNDO DERRAMAMIENTO: “Las bendiciones del trabajo, por causa de la fidelidad de Jesús”

“Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra” (Lucas 22:43-44)

La fidelidad de Jesús por medio de su obediencia al Padre, en su oración en el Getsemaní anula el engaño de la maldición que el diablo infringe. Asimismo su sudor de grandes gotas de sangre que caían en la tierra. Nos permite anular toda clase de maldición que hayan puesto contra nosotros.

TERCER DERRAMAMIENTO: “Para convertir nuestra rebelión, tristeza en Gozo”

Cuando al Señor Jesús

“…le escupieron el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros lo abofeteaban…le arrancaron la barba y fue derramada su sangre de sus mejillas…de tal manera que fue desfigurado su rostro…por eso…le veremos más sin atractivo para que le deseemos…pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo” (Mateo 26.27; Isaías 52:14, 53:2, S. Juan 16:20)

¿Por qué el Señor Jesús aceptó esta humillación de ser rechazado, menospreciado, despreciado e injuriado?  

Es para que nosotros seamos aceptados en Él. Él nos dice “Sí todos te fallaron, te rechazaron, te menospreciaron y despreciaron. Debes tener en cuenta que él llevó más que tú el rechazo y desprecio, para que no tengas que pasar por lo mismo. Porque en mí eres acepto” Debes saber que las heridas del rechazo, del menosprecio, desprecio, e injuria, dañan profundamente el estado emocional de nuestro corazón y nuestro auto estima.

CUARTO DERRAMAMIENTO: “Le latiguearon la espalda: Sirve para quitar la rebelión”

“Así que entonces tomó Pilato a Jesús…y habiendo azotado a Jesús…Sobre mis espaldas araron lo aradores; hicieron largos surcos…Le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido…Más el herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados” (S. Juan 19:1; Mateo 27:26; Salmo 129:3; Isaías 53:4-5)

El Señor Jesús recibió 39 latigazos:

 Es decir 13 latigazos en la espalda,  13 en sus lomos, y 13 en su pecho, para que, por medio de su sangre que derramó por los azotes. Él pago por nuestras rebeliones  de nuestro ser por medio de su sangre derramada nos da poder para vencer la rebeldía que quiera originarse en nosotros. Y asimismo por sus llagas fuimos sanados de toda maldición de enfermedad benigna, maligna y cancerígena (Isaías 53:5).

QUINTO DERRAMAMIENTO: “La corona de espinas traspasó su cráneo. Es para renovar nuestra mente”

“Y los soldados entretejieron una corona de espinas…y pusieron sobre su cabeza una corona de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante…y le vistieron con un manto de purpura…No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento…” (s. Juan 19:2; Mateo 27:29; Romanos 12:2)

A.- La corona de espinas que le pusieron al Señor:

Y los golpes que le dieron en la cabeza con la caña provocaron que derramara su sangre. Y por medio de este derramamiento el Señor compró nuestra mente. Por esa sangre derramada por la corona de espinas, podemos renovar nuestra mente, para conocer la voluntad de Dios, lo bueno, agradable y lo perfecto.

B.- El Señor Jesús también abre nuestra mente:

Para que podamos comprender las “escrituras”, razón la importancia que debemos tener a diario en comunión con la bendita Palabra, para que seamos limpiados. Para que  nuestra actitud sea como la de un niño sin malicia, y maduros en la forma de pensar. Usted decide si tu mente es taller de Dios, al ocuparnos en Él, o es taller del diablo si la mantenemos ociosa (Lucas 24:45-47; Salmo 1:2: Isaías 26:3).

SEXTO DERRAMAMIENTO: “Para que sean bendecidas nuestras manos, nuestro caminar y obrar agradablemente para Dios”

“Y él cargando su cruz, salió al lugar llamado de la calavera, y en hebreo; Gólgota y allí le crucificaron…horadaron mis manos y mis pies” (S. Juan 19:17-18; Salmo 22.16)

Por esa sangre derramada, es para cambiar de nuestras manos las malas obras (peleas, contiendas, robos, y otros) Y obrar en justicia y paz. Porque en esa sangre nos dio su Gracia de que nuestras obras puedan ser agradables al Padre, porque estas son motivadas por el Espíritu Santo, cubiertas con la sangre del Señor y en santidad (Santiago 4:8). Desde el principio de la creación las manos fueron para “para bendecir”, “para transmitir el poder de Dios (unción, sanidad)”. Pero por causa del pecado edénico, paso a lo negativo (peleas, riñas, contiendas, robos y otros).

SETIMO DERRAMAMIENTO: “El derramamiento de su sangre del costado: Para ser la esposa del Cordero”

“Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua…Y el espíritu y la esposa dicen ven. Y el que oye diga ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera tome del agua de la vida gratuitamente” (S. Juan 19:34; Apocalipsis 22.17)

Las diferentes experiencias a las que se ve enfrentado el ser humano a lo largo de su vida, sin lugar a dudas, marcarán positiva o negativamente su futuro y el de sus generaciones. Es decir la suma de dichas experiencias son las que determinan la mayoría de las actitudes que cada uno tiene.

El momento en que el Padre, tuvo que quitar sus ojos de Él, a causa del pecado de la humanidad sobre Él, es cuando el corazón de Jesús no resiste más y explota a causa del gran dolor. Cuando el soldado le abrió el costado a Jesucristo se derramó sangre y agua de su cuerpo. Esa sangre fue derramada para que los cristianos podamos llegar a ser parte de la novia del Señor (Apocalipsis 21:9; Efesios 5:25-27).  Jesucristo, derramó su sangre de su costado, fue para que se formaran su Iglesia (esposa)   (Génesis 2:21-22). 

LA SANGRE DE JESUS ROMPE TODA OPRESION Y ATADURAS EMOCIONAL:

Lo que Jesús obtiene en la Cruz, a través de la sangre derramada de su corazón, derrotó al enemigo que quería oprimir sus emociones. Él nos dio  la victoria sobre el adversario, sobre la vida emocional de cada persona. Él toma todo ese dolor, lo absorbe  y trasplanta un nuevo corazón en el creyente (Ezequiel 36:27-28), para ser sensibles y capaz de expresar la alabanza, adoración y comunión íntima con su Señor. Asimismo transmitir el mensaje de las buenas nuevas de la salvación.

TU VIDA PUEDE CAMBIAR POR LA SANGRE APLICADA:

Tu vida puede cambiar si comprendes la importancia de esta enseñanza, y entiendes el poder de la redención. Todo lo que tienes que hacer es recibir al Señor Jesús como tu Salvador. Para ello debes confesar con tu boca que Jesús es el Señor y creer en tu corazón que Dios le levantó de los muertos (Romanos 10:9). Debes hacer con un acto de fe. Allí donde te encuentres.  

ORACION COMPLETA DE LOS SIETE DERRAMAMIENTOS DE LA SANGRE DE JESUS

1.- Por la sangre derramada de Jesús en la circuncisión. Soy cubierto y rociado por fuera y por dentro de mis ojos, mis pensamientos, mi corazón y las partes íntimas de mis aparatos genitales. Asimismo, cancelo y anulo toda área sexual ilícita proveniente de herencias ancestrales, genéticas que me hicieron daño  y me trasmitieron directa e indirectamente.

Declaro que la sangre derramada de Jesús en la circuncisión, Él expuso su vergüenza. Por esa sangre, declaro anulado en mí toda clase de tentaciones sexuales de sexo ilícito, de concupiscencia, fornicación, adulterio, lascivia, lujuria, pasiones desordenadas, masturbación, pornografía sexual, lesbianismo homosexualismo, entre otros. En el nombre de Cristo Jesús declaro restaurado mis aparatos genitales en pureza y santidad sexual, por la sangre de la circuncisión que habita en mí.  

2.- También declaro que por la sangre de Jesús derramada en el huerto de Getsemaní, cancelo, anulo y rompo toda clase de maldiciones: Generacionales, ancestrales, territoriales, y de ocultismo, hasta la décima generación de mi pasado y mi futuro, asimismo anulo toda maldición genética que hayan puesto contra mi persona y mi familia. (mencione  los nombre de cada uno).

Por esa sangre derramada de Jesús ahora soy rociado en todas mis diferentes emociones. Y ordeno que salgan de mí todo dolor de angustia, aflicción, tristeza, depresión, engaño  y otros. Asimismo me desato de todas las cadenas de ataduras y de diversas opresiones. Me declaro libre por la sangre de Jesucristo. Y declaro control de dominio propio a mi estado emocional en el nombre de Cristo Jesús. Y me declaro envuelto con su manto de oleo de alegría, gozo, paz, en Jesucristo.    

3.- Asimismo, con la sangre de Jesucristo, derramada de su rostro, me declaro rociado sobre mi vida, y me desato de todas las ataduras, ligaduras de heridas emocionales de traumas, rechazo, desprecio, menosprecio, que me hicieron daño lastimando mi vida emocional y me dejaron hondas huellas de dolor, desde el vientre de mi madre, desde mi uso de razón hasta la actualidad yo los perdono Me declaro libre y sano por la sangre derramada de Jesucristo. Asimismo declaro restaurado, e equilibrado y en sanidad mi propio auto estima. Me declaro lleno de gozo en lugar de tristeza, aflicción, angustia, porque soy cubierto con el aceite de gozo, y con el manto de alegría  en el nombre de Cristo Jesús.

4.- Por un acto propio de mi voluntad. Tomo la sangre de Jesús que brotó de su cuerpo, y la aplico al rosearlo en mi vida  cuerpo, alma y espíritu. Y como justificado que soy por su sangre, rompo toda clase de maldición de rebelión en mi vida ya sea genética, ancestral, traumática, emocional. Asimismo toda culpa, auto culpa. Y todo espíritu de enfermedad ya sea benigno y maligno, por las llagas de Jesucristo, Él llevó todas mis enfermedades, muriendo dentro de mi organismo en mi cuerpo todo microbio, germen, bacterias, virus, parásitos, hongos, tóxicos, células benignas y malignas y toda clase de cáncer terminal o generalizado. Por tanto me declaro desde la punta de mis cabellos hasta la plantas de mis pies en completa paz y sanidad en mi vida, por la sangre de Jesucristo.

5.- Por cuanto derramaste tú sangre Señor Jesús por medio de la corona de espinas, que te pusieron,  ahora me apropio de tu sangre y soy rociado en mi vida y en la tierra donde ponga mis pies declaro bendecida y anulada de toda maldición. Asimismo me declaro por tu sangre, renovado mi estado mental y llevo cautivo todos mis pensamientos a la obediencia en Cristo, para comprender las profundidades de tu Palabra. También en Cristo Jesús me declaro en completa libertad intelectual, profesional, emocional, espiritual, ministerial, laboral, y económicamente. Porque soy más que un vencedor en todas esas áreas que no pude conquistar. A partir de hoy son conquistadas. Porque mayor es el que está en mí, que lo que está en esta mundo.

6.- También me declaro rociado mis manos con la sangre de Jesús que derramó de sus manos en la cruz del calvario. Y cancelo todo lo ilícito que he tocado, asimismo, de todas las malas obras de contiendas, peleas, robos, pereza, improductividad, mediocridad distracción, desalientos, la falta de creatividad que mis manos no hicieron.

A causa de la sangre derramada de las manos de Jesús. Declaro restaurada la unción, los dones y talentos que Dios puso en mí. Asimismo declaro mis manos bendecidas con su sangre para ser productivo, creativo, en todas las áreas que el Señor ha puesto en mi vida, ya sea en lo espiritual, en lo secular, emocional y ministerial parar transmitir la Gloria y el poder de mi Señor a los necesitados.

De la misma forma declaro mis pies rociado con la sangre de Jesús derramada de sus pies en la cruz del calvario. Y cancelo toda rebelión de caminar torcido, desordenado en mi vida. A partir de hora declaro por la sangre de Jesucristo, que mi caminar es en pureza, en orden, rectitud, y disciplina. Para ello lavo mis pies con la sangre del cordero y calzo mis pies con las sandalias del evangelio de la paz, para predicar las buenas nuevas de mi Señor. Amén.

7.- Y por último, con la sangre de Jesús derramada en su costado rompo todo fundamento de hecho y derecho de opresión de ataduras, ligaduras, yugos de esclavitud  y de cautiverios emocionales en mi vida. Que causaron en mi corazón toda clase de aflicción, depresión, angustia, desesperanza, falta de paz, y otros.

Declaro mi corazón rociado con la sangre de Jesucristo, y recibo todos sus beneficios  de quietud, gozo, paz, mansedumbre, alegría. Por esa sangre de Jesús desato el ministerio del Espíritu Santo y me declaro bendecido con los frutos del Espíritu de Dios.

Asimismo bendigo mi ministerio lo pongo al servicio incondicionalmente ante mi Señor Jesús. Declaro que mi nuevo corazón en Cristo Jesús es renovado, restaurado espiritualmente, emocionalmente y físicamente, para servir a mi Señor Amén.